LA ISLA DE OAK

La Isla de Oak, conocida también como Isla del Roble (ya que oak significa “roble” en inglés), es una de las cientos de islas situadas en la Bahía Mahone, en las costas de Nueva Escocia, Canadá.

En esta isla se dice que existe un enorme laberinto de túneles en donde se esconde el pozo de un tesoro que aún no se ha conseguido descubrir, y que durante más de 200 años han buscado diferentes exploradores.

Su descubrimiento sucedió en el verano de 1795 cuando el joven Daniel McGinnis (o McGuinnis, según otros) remando se acercó hasta la isla. Allí vio un gran roble que le llamó la atención, unos dicen que fue porque de una de sus ramas pendía una polea de un viejo barco, otros que en la zona donde estaba situado el roble había una gran depresión del terreno, otros que había una depresión circular que daba la sensación de que la tierra había sido movida. Lo cierto es que, fuera cual fuera la causa, el chico pensó que allí había un tesoro escondido, así que contó lo sucedido a dos de sus amigos, Paul Smith y Antonhy Vaughan. Al día siguiente los tres armándose de picos y palas fueron a cavar donde estaba situado el roble. Al ir cavando se dieron cuenta de que aquello no era una depresión natural, se habían encontrado con diferentes capas de tierra y diferentes sedimentos cada 10 pies de profundidad. Al llegar a los 30 pies abandonaron la excavación en busca de más ayuda, dado que no tenían los recursos necesarios para poder continuar excavando.Desde entonces han sido muchas las excavaciones que se han realizado en aquella zona, excavaciones de elevado coste.

En las diferentes excavaciones que se realizaron encontraron una inusual losa de piedra—posiblemente pórfido— con caracteres extraños que ninguno de los excavadores pudo descifrar, pero que fue tomada como una prueba contundente de la existencia del tesoro. Mientras, otras informaciones nos hablan del hallazgo de un pequeño pergamino con las iniciales inscritas "ui ", "vi" o "wi". Lo que es realmente verídico, es que, desde la época de la primera exploración, han muerto seis personas intentando desenterrar el tesoro, y según la leyenda cuenta, morirán siete personas antes de que el tesoro sea desenterrado. Un tesoro cuya procedendia es un mar de confusiones, ya que unos dicen que pertenece a los Caballeros Templarios, otros a Sir Francisc Drake, incluso se llego a pensar que los Fenicios y Cartagineses habían llegado allí, para enterrar sus tesoros lo más lejo posible de los romanos. Aunque el favorito para muchos es el pirata William Kidd, muchos investigadores argumentaron que los trabajos realizados son muy complejos y no tienen nada que ver con la forma en la que los piratas solían enterrar sus tesoros.

En la foto superior se nos muestra como se halla actualmente la entrada del Pozo del Tesoro el cual es considerado como uno de los mayores secretos del mundo, un misterio que ni las actuales tecnologías han sabido resolver. Aunque pueda que esta historia tenga bastante leyenda urbana, dedemos tener en cuenta que existe un lugar físico donde cualquiera de nosotros se puede lanzar a la aventura de buscarlo.