viernes, 7 de septiembre de 2007

MEIGAS

"En las meigas, no creo, pero haberlas, haylas", esta es una frase muy frecuente entre aquellos que creen encontrarse ante situaciones que no cuentan con explicación científica. La palabra MEIGA muy frecuentemente utilizada en Galicia, Asturias y en algunas zonas de León, proviene del latín "magicus".


Antiguamente las meigas eran consideradas mujeres que tenían conocimientos de magia y artes ocultas, destacando entre sus cualidades la capacidad de hacer hechizos, males de ojo (extraño mal que ciertas personas transmiten a otras a través de la mirada) y adivinación. Dentro de estas cualidades la del "mal de ojo" es una de las más temidas, se cree que entre sus síntomas están el cansancio, malestar general, insomnio, pesadillas, pesadez y opresión en el pecho, depresión, mareos, vómitos, tensión nerviosa, entre otras, a las cuales especialistas en medicina no encuentran justificación. Por ello, son muchas las técnicas que nos podemos encontrar para detectar que todos esos síntomas son debidos a un "mal de ojo". Una de estas técnicas que nos va indicar si la persona que la realiza tiene "mal de ojo", consiste en poner debajo de su cama un plato de cobre con vinagre y unos puñados de sal gorda, pasados tres días si la sal ha trepado hasta los bordes del plato esto significaría que la persona padece dicho mal. Una vez detectado el "mal de ojo" se deberá hacer una limpieza y en caso de que la persona no la padezca debe protegerse. Entre los métodos más conocidos para protegerse contra las meigas nos podemos encontrar con amuletos fabricados de diferentes materiales (azabache, ámbar, coral rojo), también la Cruz de Caravaca, figas, colgantes con forma de ojo, etc.



El arquetipo que actualmente tenemos de meiga corresponde con la típica mujer de aldea, de avanzada de edad, acrecentada por la dureza, la crueldad y la venganza, aunque también se habla de que a veces son buenas, ya que algunos incluso las comparan con la figura de curandera. Esto provoca que mientras unos las teman otros recurran a ellas para pedir ayuda para solucionar problemas de salud, librarse de alguien, para protegerse o para saber su futuro.

En Galicia, unas de las historias de meigas que más dió que hablar tanto en la zona como en la prensa fue la de Las Meigas del Mato, de la cual para todos aquellos interesados se puede encontrar una amplia información en la web de la Universidad de Navarra:

http://www.unav.es/dpp/tecnologia/2005/9/historia.htm

Aunque las meigas parece que no deja de ser más que una leyenda arraigada en las tradiciones populares, de vez en cuando no viene mal pronunciar el desconjuro: ¡San Silvestre, meigas fora!

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