Muchas veces en la vida, la gente culpa de sus males a otras personas, y antes de eso deberían de recapacitar y no juzgar en vano, pues esta vida se rige por una Ley Cósmica de retribución, o de causa y efecto, que es interpretado como KARMA.
Y os preguntaréis, ¿Qué es el Karma?. De acuerdo con varias religiones orientales, el KARMA sería una energía metafísica (invisible e inmensurable) que se deriva de los actos de las personas. De acuerdo con las leyes del karma, cada una de las sucesivas reencarnaciones quedaría condicionada por los actos realizados en vidas anteriores.
El Karma es un continuo aprendizaje, un aprendizaje en el cual nos encontraremos con personas que han evolucionado y otras que no. Por ello, si alguien nos hace daño, podemos decir que nos encontramos ante una persona que no ha evolucionado y como personas que hemos evolucionado debemos de sentir cierta compasión, pues su manera de actuar es muy triste.
Seguramente muchos de vosotros, alguna vez en vuestra vida os habéis cruzado con personas con las cuales al más mínimo contacto con ellas, hemos notado como alegría, buenas vibraciones, amor,... y seguramente con otras con las cuales hemos sentido negatividad, tristeza, derrotismo..., pues de las primeras debemos aprender y de las segundas intentar ayudarles para que se encaminen y evolucionen.
Debemos tener en cuenta también que, cuando dos personas mantienen una relación y se acuestan, el Karma se transmite de uno a otro. Por ello, a muchas personas cuando empiezan una relación amorosa o se casan, la vida les cambia (unos para bien y otros para mal). Este tipo de karma se llama Karma-Saya.
Así que, si una persona se dedica a sembrar sufrimiento, haciendo con ello daño a los demás, eso mismo será lo que recogerá.
La justicia Cósmica no se compra con dinero, se consigue con buenas obras, así que no hagas nunca a nadie lo que no te gustaría que te hicieran a tí.
Seguramente muchos de vosotros, alguna vez en vuestra vida os habéis cruzado con personas con las cuales al más mínimo contacto con ellas, hemos notado como alegría, buenas vibraciones, amor,... y seguramente con otras con las cuales hemos sentido negatividad, tristeza, derrotismo..., pues de las primeras debemos aprender y de las segundas intentar ayudarles para que se encaminen y evolucionen.
Debemos tener en cuenta también que, cuando dos personas mantienen una relación y se acuestan, el Karma se transmite de uno a otro. Por ello, a muchas personas cuando empiezan una relación amorosa o se casan, la vida les cambia (unos para bien y otros para mal). Este tipo de karma se llama Karma-Saya.
Así que, si una persona se dedica a sembrar sufrimiento, haciendo con ello daño a los demás, eso mismo será lo que recogerá.
La justicia Cósmica no se compra con dinero, se consigue con buenas obras, así que no hagas nunca a nadie lo que no te gustaría que te hicieran a tí.
¡SER FELICES COMO YO LO SOY, Y SOBRE TODO HACER FELICES A LOS DEMÁS!