LAS CUEVAS DEL DRACH

Una de las atracciones turísticas más visitadas de la Isla de Mallorca son las Cuevas del Drach. Ubicadas en la parte este de la isla, en dirección a Porto Cristo. Estas cuevas, nos ofrecen una gran variedad de cavidades y lagos subterráneos que son ideales para conocer en profundidad la geomorfología de la isla.

Su más importante exploración científica data de 1896, y fue encargada al espeleólogo Eduardo Martel, por orden del Archiduque Luis Salvador de Habsburgo-Lorena. De ahí que el lago más importante de las cuevas (que a su vez está considerado como el lago subterráneo más grande de Europa, por sus 177 metros de largo), se llame Lago Martel. Lago que vemos tanto en la foto superior como en la inferior, y donde a todos aquellos visitantes , se les ofrece un concierto de música clásica sobre las barcas que hay en el Lago.

Pero ya antes de 1896, esta gran obra maestra de la naturaleza, ya había sido explorada, en concreto a inicios del año 1339, y por un grupo de soldados que fueron enviados por un decreto del Gobernador de Mallorca, para que buscaran el "Tesoro del Templo", el cual fue encontrado (o eso se dice). Dando fe de este suceso, desde 1339, en los Archivos del Reino de Mallorca, se haya una acta, donde se documenta paso a paso toda la expedición.

Actualmente la cueva, que en realidad es la unión de cuatro cuevas comunicadas entre sí (la Cueva de los Franceses, la Cueva de Luis Salvador, la Cueva Blanca, y la Cueva Negra), tiene 1700 metros de parte transitable y 6 lagos. Se cree que pertenece al periodo miocénico y su formación es debida a la continua penetración del mar. Los habitantes de Mallorca tienen conocimiento de su existencia desde hace más de 3000 años, llegando a comentarse que los piratas de aquellos tiempos guardaban sus tesoros en dicha cueva, en la cual consideraban que estarían protegidos.

Las Cuevas del Drach que son muy conocidas en el mundo entero, abrieron sus puertas al público en 1935, y desde entonces han sido visitadas por millones de turistas, que se han quedado impresionados por las espectaculares estalagtitas y estalagmitas con las que nos sorprenden en estas dos hermosas estancias de la cueva, Los Baños de Diana y el Teatro de las Hadas.

Pero si hay un lugar que destaca por su originalidad, es el Monje y el Cactus, donde la propia naturaleza ha creado entre sus sombras, la figura de un monje al que parece que tienes la obligación de pedirle permiso para poder pasar, y un cactus que se define a la derecha de este.