LA CIUDAD DE LOS TEMPLARIOS

Quiero empezar explicando el por qué de mi visita a Ponferrada. Bien, pues este verano he estado de vacaciones en Cantabria (ya os haré un post de este lindo viaje), y allí visité Comillas, un pueblo marinero precioso, donde me encontré con una obra maravillosa, del increíble Gaudí, El Capricho. Así que me quedé con ganas de ver más obras suyas, y recordé que el Palacio Episcopal de Astorga era obra suya también, así que, Ponferrada sería ideal para celebrar mi cumpleaños, pues podría visitar Ponferrada, Astorga y Las Médulas. El problema es que, en invierno hace mucho frío, los días son muy cortos y el tiempo no da para mucho, así que al final no pudimos visitar Astorga, pero queda para otra visita, pues la zona del Bierzo en general es tan bonita, que ya estoy deseando visitarla de nuevo.

El Capricho. Gaudí

Llegamos el viernes por la noche a Ponferrada (su nombre proviene de "ponte ferrado", puente de hierro, pues un Obispo de Astorga llamado Osmundo, mandó construir un puente reforzado con hierro para que los peregrinos del Camino de Santiago pudieran cruzar el Río Sil, el cual pasa por Ponferrada). Hacía un frío que no os podéis imaginar. Cenamos en el centro de la ciudad y luego fuimos a dar una vuelta por sus calles, las cuales rebosaban de hermosos adornos navideños.

Ayuntamiento de Ponferrada

Un lugar para tomar algo

El sábado, después de comer, nos fuimos hasta Las Médulas, antigua explotación minera de oro, perteneciente a la época del Imperio Romano, y declarada por la UNESCO "Patrimonio de la Humanidad" en diciembre de 1997. Os recomiendo ver estas dos páginas, para poder apreciar ese maravilloso paraje, Las Médulas y Turismo Bierzo. De camino, nos encontramos con una helada que no era normal para ser las cuatro de la tarde.

Impresionante helada

Ya casi estamos

Al llegar al pueblo, intentamos subir hasta la propia mina, pero entre que había que andar 1,8 km (pues a pesar de que en muchas páginas de internet nos ponían que se podía ir en coche, una vez que llegamos al pueblo, un cartel impedía el paso a coches no residentes), entre el frío que hacía y que para cuando llegaramos ya sería de noche, decidimos no subir, y visitamos el Aula Arqueológica Las Médulas y el propio pueblo.

Vista de Las Médulas desde el aparcamiento

Aula Arqueológica Las Médulas

En la Aula Arqueológica nos encontramos con una gran maqueta de toda la zona, con paneles didácticos sobre la minería romana, los asentamientos romanos, recreaciones de escenas de la vida cotidiana, reproducciones de aparatos que utilizaban los romanos, una sala que era utilizada para la proyección de audiovisuales. En fin, que en su conjunto nos explicaba la vida que llevaban allí los romanos en aquella época, y el complicado proceso de extracción del oro.

Paisaje rural de Las Médulas y su Iglesia

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Lavadero en el pueblo

Interior del Lavadero

Ahora nos acercamos hasta el pueblo de Carucedo, cuyo lago, fue originado a consecuencia de la explotación aurífera romana.

Lago de Carucedo

Ya está comenzando a oscurecer, así que regresamos de nuevo a Ponferrada, con la intención de visitar el Castillo de los Templarios.

Castillo de los Templarios

Castillo de los Templarios

Este Castillo está situado sobre un antiguo castro preromano, que después sería una ciudadela romana, la cual en el S. XI, sería reconstruída y fortificada. En 1178, Alfonso IX, dona la Villa de Ponferrada a la Orden del Temple, con la misión de proteger a los peregrinos que se dirigían a Santiago de Compostela. El Castillo fue construído en el S. XI, y fue propiedad de los Templarios hasta que estos se disolvieron en 1312, pasando el Castillo a la Corona de León, y más tarde a los Reyes Católicos.




Pero durante al ocupación francesa en 1811, fue mandado destruir para evitar que cayera en sus manos. Pero no fue esta la única desgracia que sufrió este Castillo, pues en 1850 el Ayuntamiento vende sus muros y utiliza sus piedras, además, arrienda el interior como zona de pastos, incluso permite su explanación para ubicar un campo de fútbol. Pero afortunadamente en 1924 se le concede el rango de Monumento Nacional, lo que provoca que todas estas salvajadas no continúen.


Bien, como os decía, nuestra intención era visitarlo, pero ya había cerrado a las seis, así que hasta el domingo no lo pudimos visitar interiormente. Pero ya que estabamos allí, aprovechamos para sacar todas estas fotografías exteriormente, y visitar otros monumentos próximos a este.

Río Sil a su paso por Ponferrada, a su derecha la ladera del Castillo

Foto del Castillo del Viernes por la noche

A los pies de este hermoso Castillo nos encontramos con la Iglesia de San Andrés (S.XVII), en cuyo interior se encuentra el Cristo de la Fortaleza, que fue trasladado hasta allí, desde la Capilla del Castillo.

Iglesia de San Andrés

Nos adentramos un poco más y llegamos a la Plaza de la Virgen de la Encina, desde donde podemos observar dos grandes maravillas, la Basílica de la Encina, y La Torre del Reloj.

Vista desde la Plaza de La Torre del Reloj

La Torre del Reloj, situada en la Calle del Reloj, fue construído bajo el mandato de Carlos I, a la derecha de este Reloj se encuentra la antigua cárcel, hoy convertida en el Museo del Bierzo. Y a su izquierda se encuentra el Convento de las Madres Concepcionistas.

Torre del Reloj

Al otro lado de la plaza , se encuentra la Basílica de la Encina, en cuyo interior alberga la Patrona de la Ciudad, la Virgen de la Encina. Cuenta la leyenda que había sido traída de Tierra Santa por el Santo Toribio, Obispo de Astorga, y que los Caballeros Templarios, encontraron la talla de la Virgen en el hueco de una encina, donde había sido escondida para protegerla de las invasiones de los musulmanes, adoptando el apelativo del árbol en el que se había encontrado. La Virgen de la Encina, es una de las pocas Vírgenes negras que existe, y es también conocida como "La Morenica".

Basílica de la Encina

También es de destacar el Museo de la Radio, promovido por Luis del Olmo.

LLegaba la hora de cenar, así que nos pusimos de camino al Centro Comercial El Rosal, cuyo nombre me recordó mucho a otro centro comercial que hay en La Coruña, Los Rosales. Este centro comercial estaba casi recién inagurado, y es bonito bonito a rabiar, me quedé un poco alucina, pues Lugo que es capital de provincia tiene un centro comercial As Termas que es el más grande de Galicia, pero es que el de Ponferrada era muchísimo más grande, y eso que Ponferrada no es capital de provincia, y tiene una población de aproximadamente 66.000 habitantes, en fin, que vengo encantada, el centro es precioso.

El domingo no hicimos mucho más que visitar el Castillo, y regresar de nuevo a Lugo, con un año más a mis cuestas, y con unas ganas locas de volver a visitar esta hermosa zona. Pero para la próxima vez intentaré que sea verano, que los días son más largos, y hace mejor tiempo, pues pille una gripe, guapa, guapa!